La noche eterna

Título original: La nuit se traîne

Año: 2024

Duración: 97 min.

País: Bélgica 

Dirección: Michiel Blanchart

Guion: Michiel Blanchart

Música: Tanguy Destable

Fotografía: Sylvestre Vannoorenberghe

Reparto:

Jonathan Feltre, Natacha Krief, Romain Duris, Jonas Bloquet, Thomas Mustin, Sam Louwyck, Guillaume Kerbusch...

Mady (Jonathan Feltre), un joven estudiante y cerrajero nocturno en Bruselas, acepta una llamada para abrir una puerta de madrugada. Pronto descubre que la casa no es de quien creía y que ha quedado involucrado en un robo del crimen organizado.

Con una sola noche por delante, Mady debe encontrar a Claire (Natacha Krief), la misteriosa mujer que le engañó, para demostrar su inocencia, mientras la ciudad arde a causa de protestas del movimiento Black Lives Matter.

Hay películas que no te dejan tiempo ni para respirar y La noche eterna es una de ellas. Desde el primer minuto te mete de lleno en una noche sin salida, en una Bruselas sucia y peligrosa y ya no te suelta hasta el final.

La fotografía merece una mención especial. La ciudad no es solo el escenario, es un personaje más. Sylvestre Vannoorenberghe consigue que los neones y las sombras dibujen una Bruselas casi irreal, entre lo onírico y lo amenazante.

Lo que más me ha gustado es su ritmo: 97 minutos de pura adrenalina. ¿Lo peor? Tal vez que no inventa nada nuevo. Si has visto muchos thrillers, reconocerás algunos recursos pero aquí están tan bien utilizados, tan bien hilados, que no importa. Tampoco es una historia que te deje grandes reflexiones o frases memorables, pero no creo que lo pretenda. Es acción pura, con personajes bien definidos y tensión constante.

La noche eterna es una montaña rusa que se vive con los puños cerrados y el corazón acelerado. No cambiará la historia del cine, pero durante hora y media, te mantiene pegada al sillón sin pestañear.