Título original: The Wolverine (X-Men: Wolverine 2)
Año: 2013
Duración: 126 min.
País: Estados Unidos
Dirección: James Mangold
Guion: Scott Frank y Mark Bomback
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Ross Emery
Reparto:
Hugh Jackman, Tao Okamoto, Rila Fukushima, Hiroyuki Sanada, Will Yun Lee, Svetlana Khodchenkova, Famke Janssen, Hal Yamanouchi, Brian Tee, Ken Yamamura, Conrad Coleby...
Después de los trágicos sucesos ocurridos en X-Men: La decisión final, Logan (Hugh Jackman), también conocido como Lobezno, vive retirado y atormentado por la culpa.
Su vida da un giro cuando es convocado a Japón por un viejo conocido, Yashida, a quien salvó décadas atrás. Yashida, ahora un poderoso empresario moribundo, le ofrece a Logan la oportunidad de liberarse de su inmortalidad y del dolor que conlleva.
Pero lo que parecía un viaje de despedida se convierte en una peligrosa lucha por la supervivencia. Lobezno se ve envuelto en una conspiración, rodeado de samuráis, yakuza y enemigos que buscan destruirlo. Sin su capacidad regenerativa funcionando como siempre, por primera vez es vulnerable, lo que lo obliga a enfrentarse no solo a sus enemigos, sino también a sí mismo.
La idea de llevar a uno de los personajes más carismáticos del universo X-Men a Japón, rodeado de samuráis, ninjas y todo ese imaginario tan potente, me parecía, en principio, un acierto total, pero, sinceramente, me quedé con una sensación agridulce.
Tengo que decir que me ha gustado mucho la ambientación, ese Japón entre moderno y tradicional, los duelos con katanas, los tejados nevados, el código del honor... y sí, el comienzo de la peli es espectacular, con ese flashback brutal ambientado en Nagasaki pero poco a poco, esa fuerza inicial se va desinflando.
Hugh Jackman, como siempre, cumple con creces. Él es Lobezno, no hay otro posible y su presencia es lo que sostiene la película pero el guion no le hace justicia. La historia se va volviendo cada vez más caótica, con personajes que no terminan de cuajar y giros que a mí no me terminan de encajar.
Y es una pena, porque había elementos para construir una gran película. Los combates están bien, pero me dio la sensación de que se desaprovecha el potencial del universo samurái.
Eso sí, tiene sus momentos. Algunas peleas son intensas, hay escenas visualmente potentes y también me gustó que se arriesgaran a hacer una peli más personal, más centrada en la crisis de identidad de Lobezno, pero, aun así, no me terminó de convencer del todo.
Lobezno inmortal intenta ser una historia diferente y lo logra a ratos, pero se queda a medio camino. Otra oportunidad perdida para darle a Lobezno la gran película que se merece.
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