martes, 1 de enero de 2019

Las dos caras de la verdad

Título original: Primal Fear
Año:               1996
Duración:        131 min.
País:               Estados Unidos
Dirección:       Gregory Hoblit
Guión:            Steve Shagan y Ann Biderman
Música:           James Newton Howard
Fotografía:      Michael CHapman
Reparto:
Richard Gere, Laura Linney, Edward Norton, John Mahoney, Alfre Woodard, Frances McDormand, Maura Tierney, André Braugher, Steven Bauer, Terry O´Quinn, Joe Spano...







Martin Vail (Richard Gere), un ambicioso abogado de Chicago, es capaz de aceptar cualquier caso con tal de salir en la prensa. Un día decide ocuparse de uno que parece imposible de ganar: la defensa de Aaron (Edward Norton), un joven que es acusado del asesinato del arzobispo de Chicago, que ha sido pillado huyendo de la escena del crimen con la ropa cubierta de sangre.


Martin deberá echar mano de toda la experiencia que ha ido acumulando años atrás para sacar adelante un juicio que parece perdido antes de comenzar. Para ello contará con la ayuda de la psicóloga Janet Venable (Laura Linney), que se encargará de evaluar la mente de Aaron. Poco a poco Janet va descubriendo un posible caso de múltiple personalidad en Aaron que puede ser la única baza para ganar el caso.






Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto 1997 para Edward Norton
Premio de la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles al Mejor Actor Secundario 1996 para Edward Norton


Boston Society of Film Critics Award 1996 for Best Supporting Actor for Edward Norton







COMPRAR DVD
Gran película basada en la novela de William Diehl con un reparto de lujo en la que todas las interpretaciones están de 10 pero, el gran descubrimiento es Edward Norton que se sale de la pantalla, hace una soberbia interpretación y consigue sobresalir por encima del resto. Posteriormente Norton nos demostró que es un gran actor y que siempre está magnífico en todos los papeles que interpreta. La película es entretenimiento en estado puro y en todo momento te mantiene atrapada con inesperados giros y un sorprendente final. Si a ello le sumamos, una gran puesta en escena, una estupenda banda sonora, con Dulce Pontes sonando de fondo con su Cançao do mar y un ritmo que no baja la tensión en ningún momento, hacen de esta película, una de las mejores del género judicial y que sin ninguna duda merece la pena verla si aún no lo has hecho... no te arrepentirás.