Cafunè

Año: 2024

Duración: 7 min.

País: España

Dirección: Lorena Ares y Carlos F. de Vigo

Guion: Carlos F. de Vigo

Música: Mikel Salas

Cafunè es un cortometraje que cuenta la historia de Alma, una niña refugiada y solitaria que, al intentar recuperar su muñeca caída en una piscina, revive el traumático naufragio de la patera del que fue la única superviviente.

Luna, la persona que la rescató, la acompaña en el proceso de superar su trauma y reconstruir su vida.

Goya 2025 al Mejor Cortometraje de Animación

No todos los días un cortometraje te deja pensando tanto con tan pocos minutos, pero Cafunè lo consigue. Desde el primer momento, la historia de Alma me atrapó, no solo por su dureza, sino por la humanidad que desprende, porque es imposible no estremecerse al ver cómo una niña refugiada carga con un pasado tan brutal y aun así, sigue adelante con la ayuda de alguien que se convierte en su salvavidas.

Aquí no hay cifras ni discursos vacíos: hay miradas, gestos, emociones que te sacuden. Cafunè nos recuerda que detrás de cada historia de refugiados hay personas, hay madres que arriesgan todo por sus hijos, hay voluntarios que hacen lo imposible por ayudar.

Visualmente, la animación en 2D es preciosa y encaja perfectamente con la sensibilidad de la historia y a eso se suma la música de Mikel Salas, que potencia cada momento con una delicadeza impresionante y la voz de María Castro que termina de dar vida a una historia que se siente tan real como dolorosa.

Si tengo que ponerle una pega, quizás sea su duración. Siete minutos se hacen muy cortos para una historia tan potente. Me habría gustado conocer más sobre Alma y su relación con Luna, ver más detalles de su día a día pero, al mismo tiempo, esa brevedad es parte de su impacto: en tan poco tiempo, consigue remover conciencias y emocionarte.

En un breve resumen diría que Cafunè es una pequeña joya que nos sacude y nos obliga a mirar una realidad que muchas veces preferimos ignorar. Una historia de pérdida, pero también de amor y esperanza, que nos hace ver que incluso en las peores tragedias, la humanidad aún puede ser un refugio.