Título original: The Apprentice
Año: 2024
Duración: 116 min.
País: Canadá
Dirección: Ali Abbasi
Guion: Gabriel Sherman
Música: Martin Dirkov, David Holmes y Brian Irvine
Fotografía: Kasper Tuxen
Reparto:
Sebastian Stan, Jeremy Strong, Maria Bakalova, Katie Garyfalakis, Martin Donovan, Patch Darragh, Eon Duffy, Moni Ogunsuyi, Chloe Madison...
Película biográfica que explora los inicios de Donald Trump en el negocio inmobiliario durante las décadas de 1970 y 1980 en Nueva York. La trama se centra en la relación entre un joven Trump (Sebastian Stan) y el influyente abogado Roy Cohn (Jeremy Strong).
Cohn, conocido por sus tácticas despiadadas, se convierte en mentor de Trump, enseñándole estrategias agresivas y poco ortodoxas para ascender en el competitivo mundo empresarial. A medida que la historia avanza, se revela cómo esta alianza moldeó la personalidad y el enfoque de Trump en los negocios, sentando las bases para su futura carrera política.
Quería ver The Apprentice no porque esperara descubrir algo nuevo que me contase sobre Donald Trump, sino para ver cómo su director Ali Abbasi abordaba la historia, y tengo que decir que aunque la película tiene cosas muy bien logradas, también me deja la sensación de que pudo haber sido más valiente y haber ido más allá en su narrativa.
Lo mejor de la película es, sin duda alguna, el trabajo de los dos actores protagonistas. Sebastian Stan sorprende con su interpretación de un joven Trump y en lugar de caer en la caricatura fácil, logra mostrarlo como alguien inseguro, acomplejado y obsesionado con la idea de lograr el éxito a cualquier precio y vemos cómo poco a poco, se va convirtiendo en la figura que todos conocemos hoy. Junto a él, Jeremy Strong brilla como Roy Cohn, el abogado despiadado que le sirve de mentor. La química entre ambos es brutal y su relación en pantalla es de lo más destacable de la película.
Otro punto fuerte es la ambientación, transportándonos a esa América de los años 70 y 80, con una estética muy bien cuidada y una estupenda banda sonora llena de éxitos de la época, desde Baccara, pasando por George McCrae o Pet Shop Boys.
Sin embargo The Apprentice tiene sus peros ya que la mayor parte de lo que cuenta ya lo conocemos. No hay grandes revelaciones que nos sorprendan (al menos a mí) y el ritmo a veces me ha parecido algo irregular, con una primera mitad que intenta humanizar a Trump (sin conseguirlo).
Si antes de ver la película, el nombre de Donald Trump te revolvía el estomago, cuando terminas de verla la sensación empeora y te reafirmas en muchos pensamientos, como por el ejemplo en que el mantra que lleva tatuado este personaje lo han hecho suyo la extrema derecha actual: atacar, negar la existencia de una verdad y negar la posibilidad de un error o de un fracaso por el simple objetivo de conseguir poder, mucho poder, y dinero... mucho dinero. Este debe ser el mantra que se ha tatuado también la derecha de este país y si lo sitúas en estos momentos en Valencia, entenderéis mejor lo de las 20:28h.
Al final, The Apprentice logra lo que se propone: incomodar. No hay redención, ni giros inesperados, solo una exposición brutal de cómo se forma un personaje como Trump. Si ya lo despreciabas antes, después de verla la sensación es aún peor. No es una película perfecta, pero es interesante y sobre todo, por si no lo sabíamos, un recordatorio de cómo funcionan los círculos de poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Suscríbete a esta entrada y recibe por email las nuevas actualizaciones y comentarios añadidos
Marca la opción "Avisarme"