sábado, 6 de enero de 2024

Despedidas





Título original: Okuribito (Departures)
Año: 2008
Duración: 131 min.
País: Japón
Dirección: Yōjirō Takita
Guion: Koyama Kundo
Música: Joe Hisaishi
Fotografía: Takeshi Hamada
Reparto:
Masahiro Motoki, Tsutomu Yamazaki, Ryoko Hirosue, Kazuko Yoshiyuki, Kimiko Yo, Takashi Sasano, Toru Minegishi, Tetta Sugimoto, Tatsuo Yamada...



Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki) es un violonchelista que se ha quedado sin trabajo, por lo que vende su amado instrumento y cuando se queda sin dinero decide regresar con su esposa Mika (Ryoko Hirosue) a la casa de su madre fallecida.

En su pueblo natal contesta a un anuncio que solicita gente para trabajar en "Despedidas" pensando que se trata de una agencia de viajes, pero en realidad su trabajo consiste en ocuparse de preparar a los muertos para su última despedida.





Oscar 2009 a la Mejor Película Internacional
Gran Premio de las Américas 2008 a la Mejor Película en el Festival de Montreal
Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Película
Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Dirección
Premio de la Academia Japonesa 2008 al Mejor Guion
Premio de la Academia Japonesa 2008 al Mejor Actor para Masahiro Motoki
Premio de la Academia Japonesa 2008 al Mejor Actor de Reparto para Tsutomu Yamazaki


Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Actriz de Reparto para Kimiko Yo
Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Fotografía
Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Dirección de Iluminación
Premio de la Academia Japonesa 2008 al Mejor Sonido
Premio de la Academia Japonesa 2008 a la Mejor Edición o Montaje
Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Hawái
Premio a la Mejor Película Narrativa en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs


Premio al Mejor Actor en la tercera edición de los Asian Film Awards para Masahiro Motoki


Premio al Mejor Actor en los Asia Pacific Screen Award para Masahiro Motoki
Premio al Mejor Actor en los Blue Ribbon Awards para Masahiro Motoki
Premio al Mejor Actor 2008 en los Golden Rooster Awards para Masahiro Motoki
Premio a la Mejor Película en los Hong Kong Film Awards
Premio a la Mejor Película en los Nikkan Sports Film Awards
Premio al Mejor Director en los Nikkan Sports Film Awards



Maravillosa película basada en el libro Coffinman: The Journal of a Buddhist Mortician del escritor y poeta japonés Aoki Shinmon, con la que Yōjirō Takita se encontró con algunos obstáculos a la hora de dirigirla, ya que tuvo dificultades para conseguir financiación, teniendo que cumplir con varias restricciones para poder rodarla debido a los prejuicios de la sociedad japonesa hacia la muerte, ya que es considerada una fuente de contaminación espiritual y no fue exhibida en las salas de cine japonesas hasta después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Montreal.
Tras el reconocimiento internacional, siendo la primera película japonesa en obtener un Oscar a la Mejor Película Internacional, la distribuidora decidió presentar la película en un mayor número de salas de cine, llegando a realizarse tres adaptaciones literarias: un manga realizado por el ilustrador japonés Akira Sasō, una novela escrita por Shinobu Momose y un libro ilustrado por Seitarō Kurota.
Comentar como dato interesante que los funerales japoneses varían, dependiendo la religión que se profese, el sexo de la persona fallecida, su estatus social o su situación económica.
Por lo general se suelen realizar una serie de rituales que incluyen elementos budistas y durante los preparativos mortuorios, se baña el cadáver, cubriéndose los orificios de la nariz y la boca con algodones o gasas.
Ciertas escenas de el rito de la preparación de los cadáveres (nōkan) que aparecen en la película, rara vez se practica en la vida real, ya que suelen realizarse solamente en zonas rurales y generalmente lo llevan a cabo embalsamadores profesionales, conocidos con el nombre de nōkanshi, que son quienes se encargan de preparar el cuerpo, vestir al fallecido con ropas blancas y en algunas ocasiones, de maquillarlo, para posteriormente depositarlo en el ataúd junto con sus objetos personales y otros artículos necesarios para emprender su viaje a la otra vida.
En alguna regiones japonesas la muerte es asociada con la impureza y se considera que todo lo relacionado con ella es fuente de kegare (contaminación), por lo que cualquier persona que está en contacto con un cadáver o que asista a un funeral debe eliminar esa contaminación por medio de un ritual de purificación, con agua y sal.
En la época feudal de Japón, el personal funerario era objeto de discriminación y se veía obligado a vivir apartado de la sociedad en sus propias aldeas y hasta 1972, la mayoría de los rituales funerarios eran llevados a cabo por familiares de la persona fallecida o por funerarias y ya a partir de 2014 las estadísticas cambiaron, indicando que alrededor del 80% de las muertes en Japón ocurrían en hospitales y el cuerpo era preparado por el personal sanitario del hospital.
En cuanto a la película,nos encontramos ante una conmovedora historia que nos habla de las segundas oportunidades de manera estremadamente pulcra y sutil con un viaje entre el drama y la comedia (la vida misma), con unas interpretaciones que sobresalen por su delicadeza y precisión y con una banda sonora con un maravilloso tema principal que va sonando a lo largo de toda la película con sus distintas variaciones, que se me ha quedado atrapado en el alma y cada vez que la escucho se escapa a través de mis ojos en forma de lágrimas.
Una película cargada de una belleza poética contenida, de un minimalismo que a veces se puede llegar a confundir la sencillez con la simplicidad, pero no hay nada de simple en una historia que nos lleva a profundizar una vez terminada, en el valor que damos a quienes tenemos al lado, en lo fácil que puede ser prejuzgar a alguien sin saber la historia personal de cada uno de nosotros y en el aprender a valorar lo que tenemos, el ahora y en la esperanza de que nos volveremos a encontrar con los seres que amamos.
Una película que con un finísimo pincel nos va dibujando mágica y sutilmente un trazo que nos enseña el tránsito entre la vida y la muerte, dignificando este último viaje que emprenden aquellos a quienes ya no podemos ver.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Suscríbete a esta entrada y recibe por email las nuevas actualizaciones y comentarios añadidos
Marca la opción "Avisarme"