Aunque es de noche

Año: 2023

Duración: 16 min.

País: España

Dirección: Guillermo García López

Guion: Guillermo García López y Inbar Horesh

Fotografía: Alana Mejía González

Reparto:

Antonio Fernandez Gabarre, Nasser Rokni...

En La Cañada, el asentamiento irregular más grande de Europa, no hay luz desde hace más de un año.

A la luz del fuego, Toni (Antonio Fernandez Gabarre), un chico de trece años, descubre que su mejor amigo Nasser (Nasser Rokni) se marcha para siempre.

Entre leyendas sobre un posible futuro, Toni captura los últimos momentos con su amigo e intenta encontrar la forma de quedarse conectado a él.

Premio Forqué 2023 al Mejor Cortometraje

Premio de la Comunidad de Madrid 2023 al Mejor Cortometraje en la Semana del Cortometraje

Premio al Mejor "Corto" 2023 de la XV Muestra Internacional de Cortometrajes de la Bahía de Pasaia, Ikuska

Premio Goya 2024 al Mejor Cortometraje de Ficción

El asentamiento irregular más grande de Europa es La Cañada Real, ubicada en las afueras de Madrid, cuenta con más de siete mil habitantes y se encuentra sin suministro eléctrico total o parcialmente desde hace más de dos años.

Y es aquí, en este barrio al que no lo consideran como tal, que transcurren los 16 minutos que dura este cortometraje que nos habla de sentimientos y de una amistad, a través de la mirada de un niño que no quiere perder a su amigo.

Y es a través de esta historia como nos adentramos y sumergimos en este barrio que parece que crece al margen de la sociedad, a menos de 20 minutos de la capital española, pero en el que las emociones se viven al igual que en cualquier otro lugar del mundo.

El rodaje se realizó con algunos de los integrantes de la comunidad que vive en este barrio, entre ellos los dos niños protagonistas de este cortometraje, con un espectacular Antonio Fernandez Gabarre que traspasa la cámara con la verdad reflejada en su mirada.

El proyecto nació en los talleres de cine que el director realiza allí desde hace cuatro años y se estrenó mundialmente en la Sección Oficial del festival de Cannes.

Un cortometraje de ficción con sensación de documental, con una cuidada fotografía, donde nos va sumergiendo en la historia a través de colores creando un universo en el que se mezcla la realidad con la ficción, dotándola de una inmensa humanidad y en el que a pesar de su oscuridad, o gracias a ella, conectamos desde el primer momento con sus personajes y con sus vivencias.

Ojalá la luz que desprende tanta verdad les sea devuelta a cada una de las familias que viven allí, familias que están viendo como sus derechos humanos están siendo vulnerados, mientras los políticos de turno siguen mirando para otro lado, solucionando los asuntos de la ciudad, colocando macetas en los balcones.