jueves, 8 de febrero de 2024

La pecera






Año: 2023
Duración: 92 min.
País: Puerto Rico
Dirección: Glorimar Marrero Sánchez
Guion: Glorimar Marrero Sánchez
Música: Sergio de la Puente
Fotografía: PJ López
Reparto:
Isel Rodríguez, Maximiliano Rivas, Modesto Lacen, Carola García, Georgina Borri, Anamin Santiago...



Noelia (Isel Rodríguez), una artista visual puertorriqueña de 40 años descubre que tiene metástasis después de pasar varios años en espera de la remisión de su cáncer de colón.


A pesar de la insistencia de Jorge (Maximiliano Rivas), su pareja de una década, ella rechaza continuar su tratamiento médico y decide regresar a Vieques, la pequeña isla caribeña al este de Puerto Rico, donde creció y donde vive su madre, Flora (Georgina Borri).


Una vez allí, mantiene en secreto el estado de salud para poder vivir con la libertad que ha perdido debido a su enfermedad, reconectando con la belleza de su tierra y con su comunidad, pero también con la enfermedad de la isla que vive las consecuencias de los 60 años de prácticas militares que la Marina de Guerra de los Estados Unidos de América llevó a cabo allí.


Noelia se enfrenta a su madre que ha decidido trabajar para la empresa a cargo de limpiar los suelos viquenses que siguen contaminados, y Flora le insiste en que si eso no se atiende no habrá quien viva allí.

Noelia vuelve a reunirse con Juni (Modesto Lacen), un pescador y amigo de su infancia, y conoce a María (Anamin Santiago), una líder de la comunidad a quien acude para pedirle ayuda para conseguir los medicamentos que necesita y que ella consigue de manera clandestina.


Al enterarse de la verdad sobre la salud de su hija y al borde de un huracán, Flora busca la ayuda de Jorge quien viaja a la isla para encontrarse con Noelia y entre los dos intentan convencerla para que regrese a un lugar más seguro, pero Noelia mantiene su decisión de quedarse en Vieques a pesar de su fragilidad física.


Noelia decide colaborar con María y Juni en la documentación de las bombas que aún están bajo el agua, misión que deben completar antes del paso del evento atmosférico que amenaza a la isla, y al sumergirse bajo el agua, Noelia logra capturar el material visual de la contaminación bélica y se enfrenta a un accidente que la pone en riesgo.


Una vez pasada la misión y cuando está cerca el huracán, la familia se prepara brindándole a Noelia la atención que necesita, respetando sus decisiones durante el último tramo de su vida.




Dura e inquietante película el debut cinematográfico de Glorimar Marrero Sánchez que mira de frente a la enfermedad y lo combina con el devastador drama medioambiental de los fondos marinos de una pequeña isla puertorriqueña.
Las estupendas interpretaciones de los protagonistas principales de la historia, magnifica Isel Rodríguez que se apoya en un gran Maximiliano Rivas, eclipsan cualquier punto débil técnico que pudiese tener la película y logran emocionarnos al hacer tan reales sus personajes y llenarlos de tanta de verdad.
La película puede llegar a incomodar en algunos momentos de la enfermedad del personaje de Noelia, al ser tan directa y cruda en su manera de reflejar los distintos estados del proceso que está viendo, consiguiendo hacerte llegar hasta lo más profundo el drama emocional y físico al que se enfrenta.
Por otro lado, merece también una atención especial la otra parte de esta historia, la de la isla de Vieques, que fue ocupada durante 68 años por Estados Unidos, hasta el 2003, usándola como campo de tiro e incluso llegando a "alquilarla" a otras naciones para que probasen allí sus armamentos.
Sus playas siguen aún sembradas de minas antipersonas activas y proyectiles de gran calibre sin explosionar y el detonante para que la marina estadounidense dejara la isla se dio tras la muerte en 1999 de David Sanes, la cual desató un movimiento de desobediencia civil y protestas de residentes boricuas y activistas.
Un estudio de 2021 indicó que Puerto Rico seguiría siendo un "campo de minas" hasta 2031 ante la dificultad que está llevando el eliminar las bombas, granadas y cohetes y los nativos de la isla achacan a todo ello los altos casos de cáncer que se dan entre la población.
Volviendo a la película, esta es una ópera prima directa sin ningún tipo de concesiones, descarnada, que te deja un regusto amargo y también, si... también reivindicativa, tanto a la libertad de poder decidir como uno quiere afrontar la enfermedad como a la denuncia medioambiental a la que todavía hoy se enfrenta el pueblo viequense.






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