Título original: Alien Resurrection
Año: 1997
Duración: 108 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Jean-Pierre Jeunet
Guion: Joss Whedon
Música: John Frizzell
Fotografía: Darius Khondji
Reparto:
Sigourney Weaver, Winona Ryder, Ron Perlman, Dan Hedaya, J.E. Freeman, Brad Dourif, Michael Wincott, Leland Orser, Raymond Cruz, Dominique Pinon, Gary Dourdan...
Doscientos años después de la muerte de la teniente Ripley (Sigourney Weaver), un grupo de científicos la clona a bordo de una nave militar con el objetivo de extraer al alienígena que llevaba dentro.
Pero el experimento se les va de las manos. El ADN humano y alienígena se ha mezclado, y Ripley ya no es completamente humana. Mientras tanto, los xenomorfos se escapan de su encierro y siembran el caos en la nave. Ripley, con su nueva y extraña naturaleza, se une a un grupo de mercenarios para intentar frenar la masacre.
No sé muy bien cómo encajar Alien: Resurrección dentro de la saga Alien. Es como si hubieran cogido el universo Alien, lo hubieran metido en una coctelera con una pizca de humor negro, una cucharada de rareza, varios litros de látex y una Ripley que ya no tiene nada que ver con la que conocíamos… y luego lo hubieran servido sin preocuparse demasiado por la coherencia.
Es una especie de versión mutante y algo pasada de rosca, que se burla un poco de todo lo anterior sin tomarse demasiado en serio.
A nivel visual tiene su punto. Hay escenas que pese a lo exagerado, están bien rodadas y su director consigue una estética sucia y pegajosa que aunque desagradable, bastante desagradable a decir verdad, funciona para lo que pretende contar. Eso sí, la casquería es gratuita, los aliens ya no dan miedo y parecen sacados de una feria del terror y los personajes humanos están tan mal escritos que resulta difícil empatizar con alguno.. ni siquiera Sigourney Weaver parece creerse lo que está haciendo.
El guión no hay por dónde cogerlo: huecos, tópicos y escenas que desafían cualquier lógica, tanto narrativa como física. Pero lo peor, como si no fuese bastante todo lo anterior, es que no tiene un cierrre final con el que pienses... se acabó y más bien arrastra la saga hacia un final deslucido que no está a la altura de lo que fue en sus mejores momentos.
Aun así, no voy a mentir... para pasar el rato puede valer. Tiene un par de escenas curiosas, algún diálogo salvable y esa estética decadente que te atrapa por momentos, pero como continuación de la saga Alien, sobra. No aporta nada nuevo, no respeta lo anterior y a mí me deja la sensación de que todo acabó ya en la tercera o debería haberlo hecho.
En definitiva, me parece una despedida extraña, desfasada y poco digna para una de las criaturas más icónicas del cine.