Título original: Murderbot
Año: 2025
Temporadas: 1 temporada (10 episodios)
País: Estados Unidos
Dirección: Chris Weitz, Paul Weitz, Toa Fraser y Roseanne Liang
Guion: Chris Weitz y Paul Weitz
Música: Amanda Jones
Fotografía: Tobias Datum y Daniel Grant
Reparto:
Alexander Skarsgård, Noma Dumezweni, David Dastmalchian, Sabrina Wu, Akshay Khanna, Tamara Podemski, Tattiawna Jones, Josh Cruddas, Shane Daly,Negin Kamali...
La historia se centra en un robot de seguridad (Alexander Skarsgård), que, tras autohackearse, adquiere conciencia propia y desarrolla una personalidad única: horrorizado por las emociones humanas, pero intrigado por la vulnerabilidad de sus clientes.
Para no levantar sospechas, se embarca en una misión peligrosa para proteger a un equipo de científicos en un planeta hostil… aunque su mayor deseo es simplemente quedarse a ver telenovelas futuristas y explorar su lugar en el universo.
He visto Matabot casi sin darme cuenta, capítulo tras capítulo, porque la duración de apenas veinte minutos invita a encadenarlos uno tras otro con la esperanza de que en el siguiente ocurra algo más interesante, pero lo cierto es que esa promesa o esa esperanza, más bien dicho, nunca termina de cumplirse, salvo en los dos últimos episodios, que me parecieron lo más sólido y disfrutable de toda la serie. Me queda la sensación de que he invertido parte de mi tiempo en una historia que podía haber tenido mucha más fuerza, sobre todo viniendo de unas novelas tan aplaudidas como las de Martha Wells.
El protagonista, un androide que rehuye cualquier contacto humano y solo quiere perderse en sus culebrones espaciales, es en realidad el más humano de todos los personajes y ese contraste resulta atractivo y explica por qué tanta gente ha conectado con él, hasta el punto de que ya está confirmada una segunda temporada. Entiendo esa fascinación porque de alguna manera hay algo entrañable en un ser que, a pesar de su frialdad, refleja mejor que nadie las contradicciones y la vulnerabilidad de lo que significa estar vivo.
Sin embargo, para mí, la serie no consigue ir más allá. La producción es barata y se nota, aunque eso también juega a su favor ya que al no haber tanto despliegue visual, es más fácil sostener la narración con un CGI que cumple, pero sin llegar a deslumbrar. La modestia de la puesta en escena no sería un problema si el guion hubiera apostado con valentía por profundizar en los dilemas que abre como pueden ser la identidad, la autoconciencia, la pseudo-humanidad, que aquí se sugieren apenas de pasada y se desaprovechan por completo.
Siento que Matabot se queda a medio camino entre el entretenimiento ligero y el ensayo de ciencia ficción reflexiva y ni consigue hacer reír con ironía ni logra sacudir con profundidad. Creo que si se hubiera decantado por un tono más mordaz, incluso más absurdo, jugando con el contraste entre lo cómico y lo existencial del personaje, habría sido mucho más interesante pero al final, lo que queda es una propuesta correcta, simpática podría llegar a decir, pero que no termina de llegarte y aunque por las críticas que he leído... a muchos les ha convencido pero a mí me ha dejado más bien indiferente.



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