domingo, 20 de julio de 2025

Queer






Año: 2024
Duración: 135 min.
País: ITalia
Dirección: Luca Guadagnino
Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom
Reparto:
Daniel Craig, Drew Starkey, Jason Schwartzman, Henry Zaga, Omar Apollo, Lesley Manville, David Lowery, Ariel Schulman, Gilberto Barraza, Drew Droege, Lisandro Alonso, Andrés Duprat...


La película transcurre en la Ciudad de México de los años cincuenta, donde William Lee (Daniel Craig), es un escritor estadounidense expatriado, solitario y adicto a la heroína, que pasa sus días frecuentando bares decadentes y relacionándose con otros miembros de una pequeña comunidad americana.

Un día llega a la ciudad un joven estudiante llamado Eugene Allerton (Drew Starkey), cuya belleza fría y enigmática despierta por primera vez en William la esperanza de establecer una conexión íntima profunda.




National Board of Review (Asociación de Críticos Norteamericanos) 2024 al Mejor Actor para Daniel Craig





Desde el primer minuto, Queer consiguió llamar mi atención y entré de lleno en esa atmósfera turbia, sensual y decadente que Luca Guadagnino construye perfectamente. Hay algo hipnótico en esa fotografía cargada de humo, neones y penumbras, en ese México de los años 50 donde todo parece suceder al borde del delirio y me dejé llevar por esa belleza sucia, por ese mundo de calles polvorientas, locales oscuros, cuerpos sudorosos y soledad compartida.
Los dos primeros capítulos (la película se divide en capítulos) me parecieron interesantes con una historia que aunque algo repetitiva, funcionaba con ese amor imposible, un tanto sórdido y a la vez trágico. Daniel Craig está inmenso, diría incluso que es el mejor trabajo que le he visto nunca realizar. Se entrega por completo a ese personaje solitario, triste, adicto, sexualmente hambriento, que vive atrapado entre la rutina y el deseo.
Pero entonces llega el tercer acto y ahí la película se me rompió por completo. El tono cambia de forma brusca, casi desconcertante y entramos en un terreno más onírico, con la selva como escenario y una secuencia con ayahuasca que, aunque visualmente impresiona, me pareció larga y algo vacía. La historia se desdibuja, se dispersa y lo que hasta ese momento parecía un retrato complejo de la necesidad de afecto y de identidad, se convierte en algo mucho menos claro y el viaje del protagonista deja de tener sentido narrativo.
No diría que la película es superficial pero a veces es más interesante mirarla que reflexionar sobre ella. El guion no termina de desarrollar las relaciones entre los personajes, que se sienten algo estáticas o forzadas y hay escenas que quieren ser profundas, pero se quedan en lo meramente visual y estético.
La música es uno de sus grandes aciertos y las canciones elegidas, a pesar de no corresponder a la época, funcionan sorprendentemente bien.
Queer no es una película fácil de ver... no da respuestas, no busca complacer y hay que entregarse a su propuesta, dejarse llevar por su ritmo irregular, por sus excesos, por sus imágenes que a veces rozan lo grotesco y me dejó con la sensación de que iba a ser más de lo que finalmente fue. Lo que empieza como una aparente historia de amor, deseo u obsesión, termina en un viaje alucinógeno que no siempre justifica su duración ni su deriva.
Para mí, es una película irregular: fascinante en sus formas, potente en su estética, con un Daniel Craig que está a un nivel altísimo, pero con una narración que se dispersa, se alarga y por momentos, se pierde.





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