Año: 2024
Duración: 97 min.
País: Argentina
Dirección: Luis Ortega
Guion: Luis Ortega, Fabián Casas y Rodolfo Palacios
Música: Sune Wagner
Fotografía: Timo Salminen
Reparto:
Nahuel Pérez Biscayart, Úrsula Corberó, Daniel Giménez Cacho, Mariana Di Girolamo, Daniel Fanego, Osmar Nuñez, Luis Ziembrowski, Roberto Carnaghi, Adriana Aguirre, Roly Serrano...
La historia sigue a Remo Manfredini (Nahuel Pérez Biscayart) un jockey que debe ganar su próxima carrera para saldar una deuda con el mafioso Sirena (Daniel Giménez Cacho).
Tras un accidente en la pista, Remo huye por Buenos Aires embarcándose en una odisea de una total transformación en la que se descubre a si mismo para volver a renacer.
Premio Horizontes 2024 a la Mejor Película Latinoamericana en el Festival de San Sebastián
Acabo de ver El Jockey de Luis Ortega, y sigo absolutamente fascinada. Es una película difícil de describir porque se sale de lo común en todos los sentidos. Tiene algo especial, algo que te atrapa y que no se puede explicar fácilmente. Es diferente, magnética y sobre todo, inolvidable. Me cuesta etiquetarla, pero ¿para qué hacerlo? Lo que importa es lo que provoca, y a mí me dejó con la sensación de haber vivido algo especial con lo que no sueles encontrarte habitualmente en una pantalla de cine.
Nahuel Pérez Biscayart está espectacular. Tiene un magnetismo único que hace imposible apartar la mirada de él en la pantalla. Su actuación tiene algo de ambiguo y enigmático logrando transmitir tanto con pequeños gestos.
Nahuel Pérez Biscayart está espectacular. Tiene un magnetismo único que hace imposible apartar la mirada de él en la pantalla. Su actuación tiene algo de ambiguo y enigmático logrando transmitir tanto con pequeños gestos.
La banda sonora es otra maravilla, una pequeña joya que se convierte en protagonista de muchas de las escenas. El repertorio es tan variado y sorprendente que parece que alguien armó una playlist perfecta para esta historia. Mozart, Virus, Sandro, Palito Ortega... todos ellos en la misma película. Si, suena un poco loco, pero funciona muy bien este recorrido musical que atraviesa épocas y estilos, y que no solo acompaña la historia, sino que la eleva.
El Jockey es de esas películas que mezclan géneros, rompen moldes y te desafían como espectador. Tiene momentos que parecen sacados de un sueño: toques de surrealismo, de realismo mágico y un despliegue de efectos sonoros retro con los que el director consigue crear atmósferas únicas, recordándome en algunos momentos a las primeras películas de Almodóvar.
Es verdad que quizás no sea una película que vaya a gustar a todo el público de manera general, no es una película fácil ni convencional y si lo que buscas es una película con una cierta lógica lo mejor es que elijas otra opción. Pero si estás dispuesto a dejar los prejuicios en la puerta del cine y abrirte a un viaje onírico y casi poético, esta película te va a encantar. Para mí, lo mejor es justamente esa libertad que te da: no está hecha para ser entendida o juzgada, sino para ser sentida.
Lo mejor sin duda es la interpretación de Nahuel que está en un nivel excepcional, una banda sonora inolvidable y una propuesta visual maravillosa y lo peor es que puede ser difícil de ver para quienes prefieren historias más lineales o buscan explicaciones claras en lugar de interpretar y sentir.
Resumiendo diría que El Jockey no es simplemente una película, es un viaje que te invita a dejarte llevar en el que no todos disfrutarán de esta experiencia, pero quienes lo hagan, seguro que la recordarán durante mucho tiempo.
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