lunes, 14 de abril de 2025

Su majestad






Año: 2025
Temporadas: 1 temporada (7 episodios)
País: España
Dirección: Borja Cobeaga, Diego San José y Ginesta Guindal
Guion: Borja Cobeaga, Diego San José y Jose A. Ledo
Música: Clara Aguilar
Fotografía: Diego Cabezas
Reparto:
Anna Castillo, Ernesto Alterio, Pablo DerquiRamón Barea, Miguel de Lira, Ana María Vidal, Lucía Díez, Florentino Fernández, Pablo VázquezHéctor AlterioFernando Sansegundo...




Serie que nos cuenta la vida de Pilar de Salazar (Anna Castillo), una joven princesa conocida por su vida despreocupada y fiestera, quien se ve obligada a asumir el trono de España después de que su padre, el rey Alfonso XIV (Pablo Derqui), se retire temporalmente de la vida pública debido a un escándalo financiero.


Pilar debe demostrar al país que no es la persona irresponsable y vaga que todos creen, enfrentándose a los desafíos de la monarquía y la opinión pública.​





Hace unas semanas termine de ver Su Majestad. Comencé a verla con bastante curiosidad, ya que no todos los días se hace una serie en España que se atreva, aunque sea desde el humor, a meter el dedo en la llaga de la monarquía, un tema que aún hoy en día para muchos se considera intocable y que aquí se trata con cierta osadía... al menos en un principio. Porque claro, empezar una serie haciendo chistes sobre jueces borrachos de poder o sobre los tejemanejes de la realeza, inevitablemente de entrada te engancha.
La historia se centra en Pilar de Salazar, una princesa que se ve de repente en el trono y que lejos de parecerse a la típica heredera modélica, es más bien una joven fiestera, despreocupada y muy poco preparada para reinar. Y ahí está parte del gancho de la serie.
La estética está muy cuidada, eso sí. La escenografía y la fotografía son una delicia. En serio, hay escenas en las que de verdad te sientes en un palacio real. Pero luego está la música, que sinceramente me ha parecido un batiburrillo sin sentido.
En cuanto a Anna Castillo, que suele gustarme, aquí no está en su mejor papel. Hace lo que puede, pero le falta fuerza, presencia, su personaje debería sostener gran parte de la serie y a veces se queda a medio gas. A cambio, hay momentos de guion muy buenos, especialmente al principio, donde se notan las ganas de provocar y de hacer crítica. Pero claro, con el paso de los episodios, la serie va perdiendo esa garra, se vuelve más amable, más blanda, casi como si quisiera redimir a la institución que al principio parecía querer poner en evidencia.
Eso sí, para mí hay escenas para aplaudir, como el de los jueces del Supremo o la forma en la que se retratan ciertas dinámicas del poder político y judicial en este país, pero al mismo tiempo, se nota que no quieren meterse demasiado en el barro y eso me dejó un poco con la sensación de que podrían haber ido más allá. Más mala leche, más verdad. Porque si nos vamos a reír de la monarquía, al menos que sea con intención real de desmontar algo. Aquí se plantean preguntas, pero no se responden. Se insinúan escándalos, pero no se profundiza. Se ríen de nosotros, sí, pero suavemente, sin hacernos pensar demasiado.
¿Me entretuvo? Sí. ¿Me pareció valiente? Pues no mucho, sinceramente. ¿Podía haber sido mucho más provocadora y más contundente? Sin duda.





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