Música: Arnau Bataller
Fotografía: Paco Femenía
Reparto:
Susana Abaitua, Andrés Gertrúdix, Iraia Elias, Raúl Arévalo, Ariadna Gil, Almagro San Miguel, Jaime Chávarri, Mikel Losada, Eduardo Rejón, Iñaki Balboa, Diego Paris...
Susana Abaitua, Andrés Gertrúdix, Iraia Elias, Raúl Arévalo, Ariadna Gil, Almagro San Miguel, Jaime Chávarri, Mikel Losada, Eduardo Rejón, Iñaki Balboa, Diego Paris...
Amaia (Susana Abaitua), es una joven guardia civil que pasa más de diez años infiltrada como agente encubierta dentro de la organización terrorista ETA, con el único objetivo de localizar los zulos que la banda escondía en el sur de Francia.
Su vida se convierte en una existencia doble y silenciosa: por un lado, debe ganarse la confianza de quienes considera enemigos y por otro, debe mantener el contacto con sus superiores sin levantar sospechas.
A lo largo de su misión, Amaia vive en un limbo emocional donde la identidad, la lealtad y el miedo se confunden. Sus vínculos dentro de la organización se vuelven cada vez más personales y ambiguos, mientras su propia integridad psicológica comienza a resquebrajarse.
Un fantasma en la batalla, de Agustín Díaz Yanes, llega en un momento complicado para ella misma ya que se encuentra demasiado cerca en el tiempo y en nuestra memoria de La infiltrada, con la que comparte de forma inevitable tema, enfoque y estructura. Me cuesta no compararlas, aunque también siento que están hechas desde lugares diferentes, pero siento que La infiltrada se siente más visceral y más emocional, y Un fantasma en la batalla, en cambio, adopta una mirada más sobria, casi distante, como si se impusiera a sí misma no dejarse llevar por la emoción... y eso tiene su parte buena y su parte mala.
Lo mejor que tiene esta película —y lo que la diferencia claramente de la otra— es el uso del material de archivo. Díaz Yanes intercala imágenes reales de aquellos años con la ficción y eso ayuda muchísimo, sobre todo a quienes no vivieron esa época en primera persona ya que no se limita a contarte el contexto de la historia sino que te la pone delante de los ojos.
Susana Abaitua es quien se carga el peso de la película y consigue sostenerla, pero tengo que decirlo... Ariadna Gil no me resulta creíble en esta película y en el papel que interpreta.
La película intenta hablar del precio psicológico de infiltrarse en una organización armada, del peaje emocional que supone vivir durante años convertida en una persona que no eres y aunque el tema es potentísimo, la película se queda demasiado en la superficie, porque desde mi punto de vista, le falta conseguir traspasarte las emociones ya que parece que está más pendiente de narrar bien el contexto histórico que de profundizar en el alma de sus personajes.
Por terminar, diría que me deja una sensación extraña porque la siento como una película que cumple pero que no termina de sacudirme como esperaba.
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