Año: 2015
Duración: 90 min.
País: España
Dirección: Juan Miguel del Castillo
Guion: Juan Miguel del Castillo
Música: Miguel Carabante y Daniel Quiñones
Fotografía: Manuel Montero y Rodrigo Rezende
Reparto:
Natalia de Molina, Mariana Cordero, Jaime López, Mercedes Hoyos, Gaspar Campuzano, Montse Torrent, Natalia Roig, Manuel Tallafé...

Jerez de la Frontera, 2012. Rocío (Natalia de Molina), una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio.
Vive con su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño le amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados.

Goya a la Mejor Actriz Protagonista 2016 para Natalia de Molina
XXI Premio Forqué a la Mejor Interpretación Femenina para Natalia de Molina
Premio Asecan 2016 a la Mejor Película Española sin producción andaluza
Premio Asecan 2016 a la Mejor Dirección Novel
Premio Asecan 2016 a la Mejor Actriz Protagonista para Natalia de Molina
XXI Premio Forqué a la Mejor Interpretación Femenina para Natalia de Molina
Premio Asecan 2016 a la Mejor Película Española sin producción andaluza
Premio Asecan 2016 a la Mejor Dirección Novel
Premio Asecan 2016 a la Mejor Actriz Protagonista para Natalia de Molina
Premio Asecan 2016 al Mejor Guión
Premio Asecan 2016 a la Mejor Canción Original
Premio Cículo de Escritores Cinematográficos 2016 a la Mejor Actriz Protagonista para Natalia de Molina
Premi Sant Jordi de Cinematografía 2016 a la Mejor Actriz Película Española para Natalia de Molina
Premio Asecan 2016 a la Mejor Canción Original
Premio Cículo de Escritores Cinematográficos 2016 a la Mejor Actriz Protagonista para Natalia de Molina
Premi Sant Jordi de Cinematografía 2016 a la Mejor Actriz Película Española para Natalia de Molina

Techo y comida es una película que te planta frente a una realidad dura, incómoda, que a menudo preferimos no mirar de frente y lo hace sin adornos, sin dramatismos vacíos, pero con una verdad que abruma. A mí personalmente me dejó sin palabras, me ahogó en algunos momentos, de esos que te encogen el estómago porque reconoces algo que, aunque no hayas vivido en primera persona, sabes que ocurre y lo peor es que cada vez está más cerca.
Natalia de Molina está sencillamente impresionante. No hay ni un segundo en que no te creas lo que le está pasando a su personaje. Está rota, pero no se rinde y eso te duele, porque sabes que muchas mujeres como ella lo están viviendo ahora mismo y Mariana Cordero, como siempre, tiene ese algo que hace que cualquier papel que interpete tenga fuerza y humanidad.
Lo mejor de la película es precisamente esa capacidad de reflejar la realidad sin necesidad de subrayarla. Es directa, cruda, pero muy honesta. Un puñetazo al corazón y a la conciencia.
¿Lo peor? Quizá que, por momentos, es tan desesperanzadora que cuesta respirar. No es una película fácil de ver ni de digerir pero también creo que ese es su valor.
Techo y comida no es una película que deja indiferente, es más... no debería hacerlo, porque el cine también está para esto: para mirar lo que otros no quieren mostrar.
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